El estudio que realiza cada año el banco británico HSBC sitúa a España en el cuarto puesto del ranking de los mejores países del mundo para vivir y trabajar.
Además de los 14 puestos que ha remontado España, destacan los ocho puestos que ha subido Suiza, los cuatro que ha ganado Canadá o los 24 que ha logrado Turquía.
Polonia, por su parte, ha mejorado 25 posiciones, mientras que Irlanda ha sumado 18 y la Isla de Man aparece por primera vez en la clasificación.
Para llegar a estas conclusiones, el estudio analiza variables como el clima, la calidad de vida, la estabilidad política, la seguridad, el salario, las oportunidades para crecer como profesional, la calidad del sistema educativo o las facilidades para adaptarse.
Fuente : Idealista